El ejército de 'hormigas' comprometido con la economía circular | Hoy dia

2021-10-22 02:59:21 By : Mr. service Chen

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El equipo completo de la empresa 'La Hormiga Verde' en su sede de Villafranca de los Barros. / JV ARNELAS

Back to the Future II predijo lo que vendría. En una película lanzada en 1989, el Dr. Emmet Brown modificó el tanque del icónico automóvil DeLorean para que pudiera llenarse con cáscaras de plátano. Ese loco invento se hizo realidad: ya en el siglo XXI, a partir de residuos orgánicos se producen combustibles sostenibles como el biogás, el bioetanol o el biodiésel. Este proceso de transformación, predicho por los guionistas de la película, es el ejemplo perfecto para entender el nuevo modelo económico que se arrastrará en el futuro más cercano: la economía circular.

Hasta ahora, el modelo imperante es el lineal: usar, consumir y tirar. Este sistema deja una gran cantidad de residuos en el agua y en la tierra que, a su vez, genera multitud de alteraciones en el ecosistema. Ante este problema nació la llamada economía circular, cuyo principal objetivo es que los recursos (materias primas, agua, bienes ...) permanezcan en la economía el mayor tiempo posible. Su lema: reducir, reutilizar y reciclar.

Por el momento, no se conoce ninguna empresa extremeña capaz de fabricar combustible con basura, pero el mundo de los residuos ha dado lugar a nuevos modelos de negocio en la región. 'La Hormiga Verde' es una startup, ubicada en Villafranca de los Barros, con una actividad basada en la economía circular. Recogen basura para extraer materias primas, sí, pero no trabajan con ningún tipo de residuo; se dedican exclusivamente a los residuos electrónicos, es decir, residuos eléctricos y electrónicos. “Lo que hacemos es un concepto de reciclaje integral. En nuestra empresa recuperamos prácticamente el 100% de la materia prima de los dispositivos ”, resume el gerente, Ignacio García Gamero.

Operador de una empresa extrayendo cobre de una máquina. / JV ARNELAS

Un extremeño genera alrededor de 15 kilos de residuos electrónicos, según los datos facilitados por la empresa. Con base en esta cifra, en la región se eliminan un total de 15.000 toneladas de residuos electrónicos por año. Los componentes de teléfonos móviles, ordenadores, lavadoras o consolas de videojuegos, como plásticos, metales o cobre, se desechan a diario cuando podrían seguir utilizándose. Un teléfono móvil fue el punto de partida de la idea de García: "Eché un vistazo más de cerca al móvil y pensé: sigue siendo plástico, metal ... Son materiales que se pueden reutilizar".

Ignacio estuvo muchos años inmerso en el sector de la biomasa y de ahí su inquietud por aprovechar las materias primas. Como tantos otros, la crisis económica de 2008 lo llevó a reinventarse. Este ingeniero industrial de profesión, y emprendedor de vocación, inició el proyecto por su cuenta: "En septiembre de 2018 comencé solo desmontando dispositivos porque antes que nada sentía que tenía que aprender qué iban a hacer los empleados". Unos meses después, ya en 2019, contrató a dos personas y ahora, apenas dos años después, el ejército de 'hormigas' está formado por un total de 26 personas. «Durante este año, posiblemente, seremos 35 empleados. Intentamos medir el crecimiento, aun así cada año se incorporan 10 o 12 personas ”, añade.

Pero para Ignacio no bastaba con un modelo de negocio comprometido con el medio ambiente, quería incorporar valor social a la empresa. «El enfoque social fue claro desde el principio. Mi idea inicial era crear una asociación sin ánimo de lucro, pero en Extremadura no es posible crear una asociación con finalidad empresarial ”, reconoce. Sin recibir prácticamente ningún consejo, se embarcó en su nueva aventura empresarial y eligió a personas con discapacidad como compañeros de viaje. “En el PAE (Punto de Apoyo Empresarial) de Mérida me contaron sobre la creación de un centro especial de empleo para personas con discapacidad”. En ese momento se puso en contacto con Cocemfe y le ayudaron a encontrar personas dispuestas a trabajar en 'La Hormiga Verde'.

El gerente de la empresa, Ignacio Carcía Gamero, mostrando varias placas base. / JV ARNELAS

Una de las últimas en sumarse es Rocío Ríos, una paciente con esclerosis múltiple y la única mujer que encontramos en las mesas de desmantelamiento. Su trabajo, como el de la mayoría, es separar las partes de los electrodomésticos y reconoce que su enfermedad no le afecta para realizar su trabajo: «Para mí lo importante es trabajar y sentirse útil. A veces se me cansan un poco los brazos, pero lo compensa ", dice. Después de trabajar en una lavandería y en supermercados, Rocío está" muy contenta "con esta nueva oportunidad laboral.

A sus 58 años, Domingo Moreno también tuvo que reinventarse y ahora es una de las piezas clave de 'La Hormiga Verde'. Como Ignacio, este extremeño sufrió las consecuencias de la crisis económica: «Estuve cinco años en paro después de haber trabajado en una cadena de supermercados. Conseguí entrar en Correos donde conocí a una persona y gracias a ella estoy aquí ». Con su título de técnico en electrónica, obtenido en los años 90, y una discapacidad del 34%, Domingo se encarga ahora de reparar los dispositivos electrónicos actuales para que tengan una segunda vida en el mercado. "Tenemos un producto llamado social PC, computadoras fabricadas a partir de varias computadoras, que se venden a un precio asequible a individuos o asociaciones". Estos ordenadores se pueden adquirir completos con teclado y ratón por tan solo 50 o 66 euros, dependiendo de si el sistema operativo es Ubuntu o Windows 10 pro.

Más allá de reacondicionar ordenadores y extraer materias primas de todo tipo de dispositivos que no pueden tener una segunda vida en el mercado, en 'La Hormiga Verde' también reparan paneles solares de plantas fotovoltaicas con la lámina exterior explotada: «Comprobamos que dan al al menos el 90% de la potencia y aplicamos un producto para alisar la superficie », dice Domingo. La empresa recoge todos los residuos a través de su red de micropuntos verdes y pone a la venta todos estos objetos después de que Domingo los repara. Ordenadores, paneles solares, consolas ... e incluso una plancha de los años 60 han pasado por las manos de este entusiasta de la informática. “El objeto más curioso que encontré fue una plancha de ropa de 1960 que tenía hasta tres tomas de corriente. Se cuelga en antigüedades de Wallapop junto con otras consolas, juegos antiguos ... ».

Domingo Moreno, encargado de la reparación de dispositivos electrónicos. / JV ARNELAS

Por si fuera poco, 'La Hormiga Verde' también ha dado sus primeros pasos en la fabricación de objetos a partir de residuos. Con plásticos construyen sillas. “Trituramos el plástico, lo metemos en una máquina con la que obtenemos una especie de churros de plástico y los introducimos en un molde cuadrado para conseguir un volumen”. Es lo que se conoce como perfiles plásticos y podría sustituir a la madera natural para evitar la tala de árboles. Para Ignacio esta es una de las líneas de crecimiento de la empresa: «Mi idea es desarrollar carpintería plástica y fabricar, por ejemplo, bancos de madera para calles y avenidas. Está jodido igual, corta igual ... lo único que falta es que las administraciones tomen conciencia.

Los desechos electrónicos son una de las mayores amenazas para el planeta. Según Naciones Unidas, en 2019 se alcanzó el récord de residuos electrónicos con 53,6 millones de toneladas en el mundo y se espera que para 2030 llegue a 74 millones de toneladas. Desde 'La Hormiga Verde', también advierten del peligro de los vertederos y de que las ventas electrónicas ponen en peligro el actual sistema de reciclaje. Por eso es fundamental incorporar la economía circular a nuestras vidas; un sistema que podría generar unos 160.000 puestos de trabajo en España de aquí a 2030, según el último informe 'Economía circular en las pymes en España'. Por ahora, este pequeño ejército de 'hormigas' ya sembró el camino de la esperanza en la región, demostrando que es posible - y debe - estar comprometido con el sector del reciclaje para generar empleo de calidad y dejar un mundo más sostenible.